El FBI alertó sobre los riesgos del cifrado de extremo a extremo en los dispositivos Apple, advirtiendo que esta tecnología dificulta el acceso a pruebas digitales incluso bajo orden judicial y puede facilitar que delincuentes operen sin ser detectados. La advertencia se intensifica tras la Notificación de Capacidad Técnica emitida por el Reino Unido, que exige a Apple habilitar el acceso a las copias de seguridad en iCloud, con un alcance potencial global y no limitado a usuarios británicos.

En el centro de la controversia está la función Protección Avanzada de Datos de Apple, que impide que la propia compañía acceda a la información cifrada. Mientras Apple lo presenta como un avance en privacidad, el FBI lo considera un obstáculo para la seguridad pública y pide un cifrado “responsable”, que permita descifrar datos bajo orden legal.

El conflicto entre Londres y Apple, en disputa judicial desde marzo, ha sido descrito como el mayor choque en materia de cifrado en casi una década. Documentos del Investigatory Powers Tribunal (IPT) revelaron que el requerimiento británico no solo apuntaba a capas opcionales de seguridad, sino también al servicio estándar de iCloud, lo que ampliaría el acceso a mensajes, contraseñas y copias de seguridad de usuarios en todo el mundo.

El Reino Unido defiende la medida como herramienta contra el terrorismo y el abuso infantil, mientras críticos la denuncian como una “carta blanca para el espionaje”. Washington, a través de figuras como Tulsi Gabbard y JD Vance, ha presionado a Londres para que limite el alcance de la orden, advirtiendo sobre riesgos a las libertades civiles.

El debate sobre el cifrado se extiende a Australia, Francia, la Unión Europea, India y Brasil, donde también se estudian marcos regulatorios que obliguen a las tecnológicas a facilitar acceso legal a datos cifrados. El FBI teme un efecto dominó que modifique el equilibrio global entre privacidad y seguridad digital.