El presidente Javier Milei formalizó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario y a la declaración de emergencia del Hospital Garrahan, ambas aprobadas recientemente en el Congreso.

La normativa universitaria contemplaba la actualización automática de los gastos de funcionamiento por inflación, la reactivación de paritarias docentes y la creación de un fondo para becas e infraestructura. En paralelo, la Ley N° 27.796 sobre la emergencia pediátrica fue rechazada a través del Boletín Oficial.

Desde la Casa Rosada argumentaron que los proyectos carecen de financiamiento genuino y que implicarían un costo fiscal “inaceptable” que pondría en riesgo el superávit. “La redacción es ambigua y fomenta la arbitrariedad”, sostuvieron fuentes oficiales.

La medida generó una inmediata reacción en el ámbito académico. El rector de la UBA, Ricardo Gelpi, y el vicerrector Emiliano Yacobitti, junto a los decanos de todas las facultades, difundieron un comunicado reclamando que se respete la educación pública. Gremios docentes y no docentes ya habían anticipado un paro de 24 horas y una movilización en rechazo al veto.

Para insistir con la sanción de la ley, la oposición deberá reunir dos tercios de los votos en el Congreso. Aunque el proyecto obtuvo 158 respaldos en Diputados, esa cifra resulta insuficiente para revertir la decisión presidencial.