El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó este martes que el Gobierno avanzará con la privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la empresa estatal que opera las centrales nucleares del país. La medida se enmarca dentro de la Ley Bases y busca incorporar capitales privados sin perder el control estatal.

Según detalló, se venderá el 44% de las acciones en bloque mediante una licitación pública nacional e internacional. Además, se implementará un programa de propiedad participada del 5% para trabajadores, mientras que el 51% restante quedará en manos del Estado nacional.

El Ejecutivo justificó la medida como parte del plan nuclear argentino, liderado por Demian Reidel, que tiene como ejes la construcción del primer reactor modular nacional, la extensión de vida útil de las centrales y el impulso a la minería de uranio.

Desde la Secretaría de Energía destacaron que la incorporación de inversión privada permitirá financiar proyectos estratégicos como la extensión de la Central Nuclear Atucha I, que prevé volver a operar en 2027, y el Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados II (ASECG II).

El Gobierno también remarcó que NASA recibió transferencias estatales por $700 millones en 2023, pero que en 2024 no tuvo aportes, lo que refleja el cambio hacia un esquema con mayor participación privada.

Adorni subrayó que la política de privatizaciones “marca el fin del Estado empresario” y que el proceso será coordinado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, Diego Chaher.