En un contexto financiero más favorable luego del apoyo de Washington a la gestión de Javier Milei, el Gobierno enfrenta este viernes una licitación clave en la que intentará refinanciar vencimientos por $5,6 billones en manos de inversores privados.
La operación se da tras la baja de tasas del Banco Central, que redujo en 10 puntos el costo de absorción de pesos a un día, llevándolo al 25%. Analistas interpretaron la medida como un intento de abaratar el financiamiento del Tesoro y alentar a los inversores a extender plazos.
El ingreso de US$7000 millones del agro por la quita de retenciones también descomprimió el mercado, al tiempo que el Tesoro sumó opciones de cobertura en bonos atados al dólar oficial para captar esa liquidez.
Entre los instrumentos ofrecidos figuran Lelink, Lecap y Boncap, con vencimientos entre octubre de 2025 y enero de 2027. La inclusión de títulos ligados al dólar envía al mercado la señal de que el Gobierno no prevé un salto cambiario en el corto plazo, ya que encarecería el pago de estas obligaciones.
Los analistas consideran que el apoyo externo y la normalización de tasas pueden reducir el costo de colocación frente a licitaciones previas, aunque advierten que los plazos más cortos seguirán demandando mayores rendimientos.


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