El Gobierno nacional intensifica sus esfuerzos por mantener la estabilidad cambiaria mientras negocia asistencia financiera con Estados Unidos. En el mercado estiman que el Tesoro ya vendió más del 60% de los US$2200 millones que había adquirido al sector agroexportador tras la reciente eliminación temporal de las retenciones.

Según Portfolio Personal Inversiones (PPI), las ventas en los últimos cinco días alcanzaron unos US$1400 millones, equivalentes al 63% del total comprado al campo bajo el esquema de “retenciones cero”. Para contener al dólar dentro de la “banda de flotación”, el Ministerio de Economía fijó una “banda dentro de la banda”, ofreciendo divisas a $1425 y luego a $1430, unos $50 por debajo del techo de intervención del Banco Central (BCRA), ubicado en torno a $1484.

El Tesoro adoptó un rol más activo para evitar que sea el BCRA quien deba desprenderse de reservas, lo que implicaría un impacto directo en los activos externos del país. La estrategia se apoya en los dólares obtenidos por la fuerte liquidación del agro, que aportó unos US$7000 millones en tres días. Sin embargo, la alta demanda privada limitó la capacidad del Gobierno de retener parte de esas divisas.

Tras el cierre del período de liquidaciones, el Tesoro comenzó a vender los dólares acumulados, reduciendo sus depósitos en moneda extranjera en el BCRA. De un pico de US$2427 millones el 29 de septiembre, el saldo cayó a US$1678 millones el 2 de octubre, según la consultora Outlier.

Por su parte, Max Capital advirtió que los depósitos en dólares rondarían actualmente los US$900 millones, y que si las ventas continúan al ritmo actual, el margen de maniobra alcanzaría solo para dos días más. Superado ese umbral, el dólar podría volver a tocar el techo de la banda, forzando la intervención directa del Banco Central.

Mientras tanto, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, continúan las gestiones con el Tesoro de Estados Unidos —encabezadas por Scott Bessent— para asegurar respaldo financiero y reforzar la estabilidad cambiaria en un escenario de reservas ajustadas.