La sorpresiva decisión del Gobierno de bajar la candidatura de José Luis Espert y la inmediata aparición televisiva de Javier Milei buscaron enviar una señal política y económica antes de la apertura de la semana financiera. El movimiento fue interpretado como un intento de contener la incertidumbre tras el escándalo interno y dar confianza a los mercados.

Durante el fin de semana, el oficialismo enfrentó fuertes críticas por haber sostenido inicialmente a Espert. Las presiones del círculo rojo y los analistas políticos llevaron finalmente a un cambio de rumbo. Ahora, la atención vuelve a centrarse en las elecciones del 26 de octubre, donde Milei busca achicar la diferencia de 14 puntos que el kirchnerismo obtuvo en Buenos Aires.

En el plano financiero, la reacción fue positiva. Las acciones argentinas en Wall Street lograron subas de entre 2% y 3% y los bonos en dólares avanzaron otro 2%, con el riesgo país acercándose al umbral de los 1.000 puntos básicos. El repunte se atribuye a la expectativa por nuevos apoyos desde Washington: el ministro de Economía, Luis Caputo, retomó negociaciones con el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, mientras la titular del FMI, Kristalina Georgieva, reiteró su respaldo a la Argentina, sugiriendo que podrían usarse Derechos Especiales de Giro (DEG) en el paquete financiero.

Sin embargo, la calma no llegó al mercado cambiario. La demanda de dólares continúa firme, impulsada por la búsqueda de cobertura ante la proximidad electoral. Con las cerealeras fuera del mercado tras haber liquidado sus exportaciones aprovechando la baja temporal de retenciones, el Tesoro se convirtió en el único oferente de divisas.

En los últimos días, el Gobierno vendió más de USD 600 millones para contener la cotización, que ya se ubica en $1.424, apenas 4% por debajo del techo acordado con el FMI. Todo indica que el Tesoro deberá utilizar la totalidad de los USD 2.200 millones obtenidos en la liquidación excepcional para evitar un salto del dólar en las próximas semanas.

Mientras los mercados celebran el volantazo político, la estabilidad cambiaria y el resultado de las gestiones en Washington definirán si el alivio se mantiene o si vuelve la tensión antes de los comicios.