En la antesala de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, aseguró que la economía global logró resistir mejor de lo previsto el impacto de la guerra comercial iniciada por los aranceles de Estados Unidos, aunque advirtió que sus consecuencias “aún están por verse”.
“La economía mundial se está comportando mejor de lo que se temía, pero peor de lo que necesitamos”, afirmó Georgieva desde Washington, donde destacó que “por el momento, el mundo evitó una guerra comercial”. El FMI publicará el próximo 14 de octubre su informe de Perspectivas de la Economía Mundial, en el que prevé un crecimiento global del 3% para 2025 y del 3,1% para 2026.
Según la funcionaria, el crecimiento se desacelerará solo levemente en los próximos meses, demostrando que la economía global “resistió fuertes tensiones derivadas de múltiples choques”. No obstante, instó a los países a impulsar la productividad, consolidar el gasto fiscal y corregir desequilibrios estructurales para sostener el crecimiento.
Georgieva también alertó sobre la alta demanda internacional de oro, que ya representa más del 20% de las reservas oficiales mundiales, impulsada por la incertidumbre geopolítica y las compras netas de los bancos centrales.
Respecto de los aranceles estadounidenses, la titular del FMI señaló que su efecto total aún no se refleja completamente en los mercados. Advirtió que en Estados Unidos podrían aumentar los precios y la inflación, con impacto en la política monetaria, mientras que en otras regiones podría producirse una nueva ola de subas arancelarias por el desvío de bienes hacia otros mercados.
En su mensaje, Georgieva concluyó que la incertidumbre económica global “es la nueva normalidad” y que los países deben actuar con coordinación y prudencia para evitar que la fragmentación comercial y financiera frene la recuperación mundial.


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