El Gobierno logró frenar, a último momento, la sanción definitiva del proyecto que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), pese a que había sido aprobado en general por la Cámara de Diputados. La iniciativa, que ya contaba con media sanción del Senado, no alcanzó la mayoría necesaria en la votación en particular y deberá volver a la Cámara Alta, otorgando al Ejecutivo un mes de margen político.
El artículo 3 del proyecto, clave para el nuevo régimen de DNU, no alcanzó los 129 votos requeridos por apenas dos sufragios, lo que impidió su aprobación definitiva. En cambio, la votación en general había sido contundente: 140 votos a favor.
“Es un alivio: el Gobierno ganó un mes de tiempo”, señalaron fuentes oficiales a TN. Desde la Casa Rosada siguieron minuto a minuto la sesión, conscientes de que no tenían los votos necesarios para frenar el avance opositor. Incluso el presidente Javier Milei ya evaluaba vetar la ley si era aprobada.
La maniobra política se apoyó en una alianza con varios gobernadores, que resultó determinante para dilatar la sanción. Legisladores vinculados a los mandatarios de Salta (Gustavo Sáenz), Tucumán (Osvaldo Jaldo) y Catamarca (Raúl Jalil) modificaron su postura en el tramo final de la votación, lo que permitió al oficialismo bloquear el artículo decisivo.
El asesor presidencial Santiago Caputo encabezó las negociaciones con los mandatarios provinciales, siguiendo —según fuentes del Ejecutivo— el consejo de Donald Trump, quien había instado a Milei a “trabajar en la gobernabilidad”. En la previa, el Gobierno ya había logrado que los diputados alineados con Ignacio Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y otros referentes provinciales no dieran quórum.
El oficialismo considera que, con esta jugada, logró evitar un nuevo revés legislativo y ganar tiempo para construir nuevas alianzas de cara a diciembre. A cambio, los gobernadores que colaboraron esperan concesiones, entre ellas la modificación del impuesto a los combustibles líquidos.
En Balcarce 50 celebran el resultado: “No va a ser un problema conseguir el tercio necesario para blindar un eventual veto”, afirmaron fuentes del entorno presidencial.


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