El consumo masivo registró en septiembre una baja del 3,7% frente a agosto, aunque mostró un alza interanual del 4,4%, según datos de la consultora Scentia. La tendencia confirma la preferencia creciente de los consumidores por autoservicios y comercios de barrio, mientras los supermercados y mayoristas continúan en caída.

Pese a que el acumulado anual se mantiene 1,8% positivo, la incertidumbre económica, la volatilidad cambiaria y la falta de recuperación salarial limitan el gasto. “Predomina la cautela a la hora de comprar”, destacó el informe.

Por rubros, Alimentación (+5,7%), Impulsivos (+5,3%) y Desayuno y merienda (+4,1%) encabezaron las subas interanuales. En cambio, las bebidas con alcohol (-10,6%) y sin alcohol (-5,9%) fueron las más afectadas, con una retracción acumulada de más del 11% en lo que va de 2025.

En cuanto a los canales de venta, las diferencias son marcadas:

• Supermercados: caída de 4,4% interanual y 5,3% en el acumulado del año.
• Mayoristas: retroceso mensual del 4,3% y acumulado negativo del 5,3%.
• Autoservicios independientes: suba de 8,6% mensual; caen solo 1,2% en el año.
• Kioscos y almacenes: alza de 8,5% en el mes y 9,4% anual.
• E-commerce: creció 14,7% interanual y 11,9% acumulado.
• Farmacias: leve baja interanual de 1,8%, aunque con un avance anual de 4,6%.

Scentia explicó que los autoservicios de barrio ganan participación porque los consumidores realizan compras pequeñas y frecuentes, priorizando la cercanía y el control del gasto. La tendencia se refuerza en el interior del país, donde hay menor presencia de grandes cadenas.

En contraste, supermercados y mayoristas sufrieron el impacto del Día del Empleado de Comercio, que redujo un día de ventas, y la caída de la demanda en bebidas.

De cara al cierre del año, las proyecciones anticipan una heterogeneidad persistente entre canales y un leve repunte estacional hacia el último trimestre. Sin embargo, las ventas minoristas por el Día de la Madre —segunda fecha comercial más importante— volvieron a caer 3,5% interanual, completando cuatro descensos consecutivos, según la CAME.

Pese a los descuentos y promociones aplicados por el 83,5% de los comercios, el consumo real sigue en baja. Las estrategias de financiación y reintegros bancarios ayudaron a sostener la actividad, pero no alcanzaron para revertir la pérdida del poder adquisitivo.