A pocos días de las elecciones legislativas, las familias argentinas atraviesan un panorama económico de alta fragilidad, marcado por la pérdida de poder adquisitivo, el endeudamiento creciente y un consumo que no logra repuntar.
Según la consultora Equilibra, los ingresos reales de trabajadores y jubilados se encuentran 6% por debajo del inicio del gobierno de Javier Milei, tras un ajuste inicial del 19% en 2023 y una recuperación parcial durante 2024. Los empleados públicos y jubilados fueron los más afectados, mientras que los trabajadores privados lograron apenas sostener sus niveles. En promedio, las familias perdieron el equivalente a dos meses de ingresos en lo que va de la gestión libertaria.

El encarecimiento de los servicios públicos también impactó fuertemente: el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-CONICET) reportó un incremento del 514% en luz, gas, agua y transporte desde diciembre de 2023, frente a una inflación general del 171%.
La pérdida de ingresos vino acompañada por una suba en el endeudamiento. De acuerdo con Moiger, el 57% de los hogares contrajo deudas en el último trimestre, en su mayoría para cubrir gastos corrientes. La morosidad también alcanzó niveles récord: los atrasos en tarjetas de crédito treparon al 6,7% y los préstamos personales impagos al 8,2%, según el Banco Central.
El consumo masivo, en tanto, continúa débil. En septiembre cayó 3,7% mensual, aunque mostró una leve mejora interanual debido al bajo punto de partida de 2024. Las ventas se retraen en supermercados y mayoristas, mientras crecen en autoservicios y canales digitales, reflejando un cambio en los hábitos hacia compras más pequeñas y de cercanía.
Con ingresos estancados, deudas al alza y expectativas moderadas, la economía de los hogares llega a los comicios legislativos en su punto más delicado desde el inicio del gobierno de Milei, según advierten analistas privados.


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