Argentina frente a un punto de inflexión: Coordinación y pragmatismo en la nueva etapa

El jueves 30 de octubre, unos días después de las elecciones, el Presidente reunió a los gobernadores de la mayoría de las provincias. El encuentro, calificado por el propio Milei como “extremadamente positivo”, dejó una señal política clara: el tiempo de la confrontación cede lugar al de la coordinación. Según sus palabras, se alcanzó un acuerdo general, “con matices”, sobre las necesidades de esta nueva etapa. En un país acostumbrado a la fragmentación, ese gesto federal puede representar el inicio de una etapa distinta, más pragmática, más cooperativa.

La foto del presidente junto a los mandatarios provinciales resume la oportunidad que se abre: la de un gobierno que, tras dos años de aprendizaje político, entiende que el cambio no se impone, se construye. Que el crecimiento económico sostenible requiere de estabilidad y coordinación política. Que la gobernabilidad no se decreta, se teje.

Argentina está, una vez más, frente a un punto de inflexión. El resultado electoral le dio a Milei el capital político que necesitaba para barajar y dar de nuevo. Lo que venga dependerá de su capacidad —y la de su equipo— para convertir ese voto de confianza en resultados tangibles. Porque el pueblo argentino, tras haberlo visto y conocido en acción, no votó solo esperanza: votó expectativas concretas. Y el desafío, ahora, es estar a la altura de ellas.

Tal vez este sea el momento al que aludía José Ortega y Gasset cuando, al observar a la Argentina con mirada lúcida, escribió:

“Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presuman ustedes el brinco magnífico que dará este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales –que son egregias–, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental, secuestradas por los complejos de lo personal”.

Argentina se encuentra ante la posibilidad de dar su propio “brinco magnífico”: avanzar, con madurez y coordinación, hacia una etapa de equilibrio político y proyección económica.

Esto empezará cuando aprendamos a construir de manera articulada entre los Municipios, las Provincias y Nación.

Gracias y saludos.

Dr. Facu Sanz Berger

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