El Gobierno de Javier Milei decidió desactivar el proyecto chino para instalar un radar de observación espacial en El Leoncito, provincia de San Juan, al considerar que presentaba riesgos para la seguridad nacional y regional. El convenio que habilitaba su construcción venció en junio y no fue renovado por la Casa Rosada.
El proyecto, conocido como Radiotelescopio Argentino Chino (CART), dependía de la Academia de Ciencias de China y se presentaba con fines científicos. Sin embargo, su control por parte del Partido Comunista Chino generó alertas en Estados Unidos y entre expertos internacionales, que lo consideraban parte de la expansión del aparato científico-militar del gigante asiático.
La antena, de 40 metros de diámetro y valuada en unos 350 millones de dólares, iba a ser la segunda de su tipo en la Argentina, tras la ya operativa en Neuquén, cuya administración china también despertó preocupación por su presunto uso militar.
El Gobierno argentino detuvo en la Aduana los materiales enviados desde China para su instalación, tras detectar “irregularidades” en los envíos y la ausencia de autoridades responsables. Además, resolvió no renovar el acuerdo entre el CONICET y la Universidad Nacional de San Juan, que viabilizaba la obra.
Desde la UNSJ manifestaron su malestar y defendieron el carácter “estrictamente científico” del proyecto, resultado —según señalaron— de tres décadas de cooperación con China a través del Observatorio Astronómico Félix Aguilar.
El anterior embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, había advertido sobre la presencia de personal militar chino en la estación de Neuquén, afirmando que “los argentinos no saben realmente qué hacen allí”.
Con esta decisión, el Gobierno libertario busca alinear su política exterior con Washington y limitar la influencia estratégica de China en territorio argentino, especialmente en áreas sensibles como la exploración espacial y las telecomunicaciones.


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