El riesgo país argentino descendió a 621 puntos básicos, su nivel más bajo desde enero de 2025, y se encamina a perforar la barrera de los 600. La fuerte mejora refleja el optimismo de los mercados tras el triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas y la recuperación sostenida de los bonos soberanos.

El indicador elaborado por JP Morgan acumula una caída superior a 450 puntos desde las elecciones, impulsado por un rally de los títulos públicos, con subas de hasta 3,5% en el GD46D. La mejora en la percepción de los inversores responde a una mayor confianza en la gobernabilidad y el rumbo económico del país.

Según analistas, la Argentina deberá mantener el riesgo país por debajo de 500 puntos básicos para recuperar el acceso al crédito internacional a tasas competitivas, un nivel que no alcanza desde 2018.

El banco JP Morgan destacó en un informe que la compresión de spreads “acerca al país a los mercados internacionales” y que un programa de recompra de deuda podría acelerar la estabilización financiera. A esto se suman el swap de US$20.000 millones acordado con Estados Unidos y la intervención del Tesoro norteamericano por US$2.100 millones antes de los comicios, medidas que ayudaron a reducir la incertidumbre cambiaria.

La mejora del índice también fortalece las expectativas del Gobierno de Javier Milei, que deberá afrontar vencimientos por más de US$8.000 millones en 2026. Una baja sostenida del riesgo país a la franja de 300-400 puntos permitiría refinanciar esos compromisos sin recurrir a pagos directos.

Desde Cohen, advirtieron que la actual reducción de la prima de riesgo “acerca al Tesoro y a las provincias a los mercados de capitales”, aunque remarcaron la necesidad de un plan para recomponer reservas internacionales y levantar los controles cambiarios.

Mientras tanto, Milei y el ministro de Economía Luis Caputo viajaron a Estados Unidos para reunirse con inversores globales, en busca de consolidar el interés externo y sostener la tendencia positiva del mercado.