La dirigencia del Partido Justicialista (PJ) comienza a coincidir en que las profundas diferencias internas solo podrán resolverse a través del voto. Ante la falta de un liderazgo unificador y la fragmentación del peronismo bonaerense, gana fuerza la posibilidad de realizar elecciones internas para definir las autoridades partidarias y, más adelante, unas PASO nacionales de cara a 2027.

“La lista de unidad ya no existe porque no hay un conductor que sintetice a todos”, admitió un intendente bonaerense. En ese contexto, las tensiones dentro del PJ provincial giran en torno a la presidencia del partido, el Presupuesto 2026, el endeudamiento provincial y la distribución de fondos y cargos.

El titular de la Auditoría General de la Nación, Juan Manuel Olmos, sintetizó el sentimiento de una parte del peronismo: “El que quiera reemplazar a Cristina lo tiene que hacer con votos”. Según Olmos, al movimiento “le falta una mesa de diálogo” y hoy Kicillof y Cristina Kirchner tienen estrategias divergentes, lo que agrava la crisis de conducción.

El gobernador Axel Kicillof, considerado el dirigente con mayor proyección nacional, no planea competir por la presidencia del PJ bonaerense, aunque su entorno considera que la única forma de legitimar liderazgos es mediante elecciones. En tanto, Máximo Kirchner manifestó su intención de buscar la reelección al frente del partido y dijo estar dispuesto a competir.

Los jefes comunales prevén que la renovación de autoridades del PJ Bonaerense se realice entre febrero y marzo de 2026, mientras que la discusión nacional quedaría para 2027, con la posibilidad de que figuras como Sergio Massa, Gerardo Zamora o Sergio Uñac también disputen la candidatura presidencial.

Dirigentes históricos del justicialismo recuerdan que hace 37 años no se realizan internas reales para cargos partidarios y reclaman una apertura democrática. “Hubo parodias con lista única; la exigencia de democracia interna es impostergable”, señalaron.

En definitiva, crece el consenso dentro del peronismo de que la unidad forzada perdió sentido y que solo los votos podrán legitimar una nueva conducción y cerrar las heridas que fragmentan al movimiento.