El Ministerio de Seguridad, ahora bajo la conducción de Alejandra Monteoliva, impulsa una reforma que busca modernizar y reforzar el control en las fronteras mediante la creación de una Policía Migratoria, una nueva fuerza contemplada en la Ley de Migraciones y promovida inicialmente por la ministra saliente, Patricia Bullrich.
La iniciativa apunta a profesionalizar el control migratorio y ampliar la vigilancia en pasos y zonas de frontera, actualmente a cargo de Gendarmería y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La nueva fuerza contará con agentes provenientes de otras instituciones, que serán capacitados en tareas específicas relacionadas con la trata de personas, narcotráfico, terrorismo y crimen transnacional.
El decreto 366/2025 definió a Prefectura, Gendarmería, PSA y Policía Federal como “Policía Migratoria Auxiliar”, obligadas a colaborar con la Dirección Nacional de Migraciones, trasladada este año desde el Ministerio del Interior hacia Seguridad. El Gobierno sostiene que era necesario un cambio cultural y operativo para que Migraciones lidere el control fronterizo.
Aunque la estructura, el diseño organizativo y la dirección ya están definidos, el presupuesto para su puesta en marcha aún no figura en el proyecto 2026. Desde el Ejecutivo aseguran que el financiamiento podrá resolverse durante el debate en el Congreso o mediante reasignaciones internas.
El plan también incluye cambios en la Policía Federal Argentina, que pasará a concentrarse en investigación criminal, en línea con la creación del Departamento Federal de Investigaciones anunciada por el presidente Javier Milei. El Gobierno toma como referencia el modelo de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y avanza en acuerdos internacionales, como el firmado con el FBI para cooperación en seguridad.
Con esta reforma, el Ministerio de Seguridad ampliará sus competencias y consolidará su rol en el control del tránsito de personas y la lucha contra el crimen organizado en áreas de frontera.


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