Con un Martín Menem fortalecido y encaminado a su reelección como presidente de la Cámara de Diputados, los bloques opositores y varios gobernadores buscan acordar una estrategia común para contener el crecimiento de La Libertad Avanza (LLA) en el Congreso. El oficialismo libertario aspira a sumar legisladores y convertirse en la primera minoría, en un escenario donde entre libertarios y peronistas concentrarán más de 180 de los 257 escaños.

Ante esta polarización, los bloques dialoguistas y los mandatarios provinciales exploran la conformación de una agenda conjunta que les permita mantener influencia en el reparto de comisiones y en el funcionamiento del recinto. Según fuentes parlamentarias, las charlas incluyen a gobernadores, legisladores del “medio” y sectores del propio Gobierno con tensiones internas.

Uno de los espacios más activos es el formado por los gobernadores de Provincias Unidas, con eje en Córdoba y Santa Fe: Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro, Ignacio Torres, Carlos Sadir y Claudio Vidal. Estos mandatarios articulan con Encuentro Federal y observan con cautela al radicalismo, que analiza una posible unificación con Democracia para evitar quedar relegado.

En paralelo, los gobernadores del norte —especialmente los peronistas— impulsan un armado regional que derive en un interbloque. El salteño Gustavo Sáenz lidera las gestiones para sumar a Innovación Federal, Coherencia y el MID, con la intención de atraer a Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca) a romper con Unión por la Patria. El desafío es conformar un espacio numeroso con figuras visibles sin quedar asociados al oficialismo libertario.

El rechazo a Menem es otro eje unificador. Varios legisladores lo acusan de incumplir acuerdos y buscan limitar su influencia en el reparto de poder dentro de la Cámara. En la Casa Rosada también tiene detractores, en medio del creciente peso político del mene-mismo impulsado por Karina Milei.

Mientras tanto, los libertarios continúan con su estrategia: capacitan a los diputados nuevos y buscan sumar voluntades de otros bloques, especialmente de sectores que atraviesan tensiones internas. En los pasillos del Congreso crecen los rumores de que tres diputados del PRO podrían pasarse a LLA y que el Gobierno incentiva movimientos para fracturar Unión por la Patria. “Están en modo recolector”, describió un diputado saliente.