Tras la última licitación de noviembre, el Gobierno deberá afrontar en diciembre vencimientos en pesos por $40 billones, que se concentrarán en una única subasta. Aunque buena parte de esos compromisos está en manos del sector público —lo que permite canjes internos para aliviar el calendario— el mes sigue siendo crítico debido a la limitada disponibilidad de caja del Tesoro.
Según cálculos privados, al descontar las tenencias del Banco Central, los vencimientos efectivos se reducen a $22,5 billones entre bonos CER, letras capitalizables, dólar linked y TAMAR. Aun así, diciembre es considerado un mes “particularmente desafiante” por el alto monto a renovar y por la necesidad estacional de liquidez, lo que podría presionar al alza las tasas, según advierten analistas del mercado.
El panorama para 2026 tampoco luce holgado: diciembre, enero y junio serán los meses más exigentes, con cerca del 50% de los vencimientos de diciembre del próximo año también en manos estatales. En enero, por ejemplo, caducarán cerca de $29 billones, y en febrero otros $19 billones, lo que obligaría al Tesoro a mantener niveles elevados de renovación y aceptar rendimientos algo mayores.
El contexto de tasas también influye en la estrategia oficial. Tras las elecciones, el Banco Central aplicó dos recortes consecutivos y llevó la tasa de la rueda simultánea al 20% nominal anual, buscando abaratar el financiamiento y dinamizar el crédito. Sin embargo, especialistas advierten que el equilibrio financiero aún es frágil: la baja de tasas impactó más en el tipo de cambio que en la curva de pesos, lo que suma incertidumbre a la capacidad de renovación de deuda en los próximos meses.

Los vencimientos de deuda de los próximos meses. (Foto: Cocos).


Deja un comentario