La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) confirmó un paro nacional para el martes 9 de diciembre, acompañado por una movilización al Congreso, en rechazo a la reforma laboral que impulsa el Gobierno de Javier Milei. El gremio advierte que la iniciativa oficial implica “flexibilización laboral”, pérdida de derechos y una mayor precarización en el empleo público.

El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, encabezó el anuncio y cuestionó que la reforma no busca “mejorar la producción ni generar empleo genuino”, sino “disciplinar a los trabajadores”. Además, denunció una fuerte caída del poder adquisitivo y reclamó la reapertura de paritarias, tras reuniones salariales que calificaron como “estériles”.

El sindicato también alerta sobre un posible ajuste en distintos organismos estatales —como Anses, Conicet, Indec, INTA, INTI, ENARGAS y ENRE— donde temen despidos en el marco de la revisión de la planta que impulsa la Casa Rosada.

Entre los reclamos, ATE exige aumento salarial de emergencia, pase a planta permanente de precarizados, reincorporación de despedidos y el freno a cualquier privatización de empresas públicas. También rechaza eventuales cambios en el régimen previsional y reclama mayores recursos para las provincias y para los jubilados.

Mientras el Gobierno defiende la reforma como una medida para modernizar el mercado laboral y atraer inversiones, la CGT ya manifestó su rechazo a varios puntos del proyecto y otros gremios evalúan sumarse a la protesta, anticipando una jornada de alta tensión frente al Congreso.