Con las sesiones extraordinarias confirmadas del 10 al 30 de diciembre, el Gobierno acelera para aprobar la reforma laboral en el Senado. El proyecto, que ingresará el mismo 10 de diciembre, ya está redactado y cuenta con el respaldo del Consejo de Mayo. Patricia Bullrich, como jefa del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara Alta, encabezará las negociaciones con todas las bancadas.
Bullrich inició contactos con jefes de bloque, incluso con el kirchnerismo, aunque no espera su apoyo. La ministra destacó que el texto es “ecuánime y moderado” y que evita las viejas propuestas de flexibilización. Desde el oficialismo confirmaron que habrá margen para modificaciones en comisión para sumar consensos.
La diputada Sabrina Ajmechet señaló que la reforma busca modernizar una legislación laboral creada para “un país del siglo XX”, mientras que el 40% de los trabajadores actuales se desempeña en la informalidad. En paralelo, el Gobierno mantiene conversaciones informales con la CGT, que acercó un borrador de régimen laboral especial para menores de 30 años, con reglas más flexibles en salario, jornada, vacaciones e indemnizaciones. Según fuentes sindicales, estos trabajadores accederían a la protección plena recién al superar esa edad.
Sectores del Ejecutivo ven la propuesta como una alternativa posible para promover empleo joven, aunque aún no hay definiciones. La reforma también deberá atravesar las observaciones de los sectores dialoguistas y de la oposición más crítica.
Si el debate no avanza antes del 30 de diciembre, no se descarta que el presidente Javier Milei extienda las extraordinarias durante enero o febrero para asegurar la aprobación de una de las iniciativas centrales de su agenda económica.


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