El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, confirmó que la reforma laboral impulsada por el Gobierno no incluirá en esta etapa modificaciones en las cajas sindicales ni en los aportes obligatorios. “Cualquier cambio en materia sindical formará parte de una segunda ley”, sostuvo durante una conferencia de prensa al cumplirse dos años de la gestión de Javier Milei.
Adorni señaló que el proyecto de reforma laboral “ya está terminado” y que su objetivo es reducir la informalidad, que ronda el 50%. Sobre la relación con la CGT, afirmó que la ausencia de dirigentes en la última reunión del Consejo de Mayo se debió a cuestiones logísticas y no a un quiebre político.
El funcionario también admitió que los plazos legislativos podrían extenderse si el Congreso no logra avanzar antes de fin de año. “Depende de los tiempos técnicos legislativos”, explicó.
Otro punto central de la conferencia fue el vínculo con los gobernadores. Adorni aseguró que las reuniones continuarán, aunque marcó una fuerte distancia con Axel Kicillof. “Hoy no tiene sentido un encuentro cuando lo único que le importa es que al Gobierno le vaya mal”, dijo, descartando por ahora una instancia de diálogo con la provincia de Buenos Aires.
Pese a las tensiones, Adorni afirmó que el Gobierno mantiene canales abiertos con la mayoría de los mandatarios provinciales y que se evalúan reuniones caso por caso. Sin embargo, reiteró que con Kicillof “no hay agenda en común” y que un encuentro “no está previsto”.


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