El precio de la carne volvió a dispararse en diciembre y acumuló un incremento del 12,8% en apenas una semana y media, superando ampliamente la suba del kilo vivo en el mercado de Cañuelas, que fue del 6,8% en el mismo período. La media res —que marca el valor de referencia para todos los cortes— ya alcanzó los $9.000 por kilo, y las carnicerías trasladaron el ajuste de forma inmediata a sus precios.
Las grandes cadenas de supermercados, en cambio, operan con estrategias diferentes: algunas ofrecen promociones en cortes populares, otras producen su propia hacienda —como Coto— y un tercer grupo contiene subas mediante importaciones desde Brasil, Uruguay y Paraguay.
El salto actual se suma al incremento acumulado desde las elecciones, cuando el kilo vivo ya aumentó un 33%. Y según Andrés Costamagna, director de la Sociedad Rural, la carne volverá a sufrir un nuevo ajuste antes de fin de año: estima otro 5% adicional en la próxima quincena.
Informes privados confirman la presión sobre los alimentos. Eco Go registró subas de 5,8% en carne y 18,7% en frutas en las primeras semanas del mes. GMA destacó que la carne vacuna ya aumentó 65% interanual, duplicando la inflación general, que ronda el 31%.
La aceleración de precios preocupa también por su impacto en el índice general. El Indec midió 2,3% en octubre, mientras consultoras proyectan 2,5% para noviembre. EconViews advierte que en cinco de las últimas seis semanas los precios crecieron al menos 1% semanal. Analytica también registró un avance del 1% en la primera semana del mes, y Eco Go estima que alimentos y bebidas subirán 3,2% tanto en noviembre como en diciembre.
La dinámica inflacionaria complica al Gobierno, que enfrenta un tipo de cambio atrasado en términos reales respecto al período electoral y un consumo estancado que aún no muestra señales de recuperación.


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